Entre sus funciones, el instrumentador quirúrgico profesional está capacitado y habilitado para atender el bienestar del paciente quirúrgico, asistir al cirujano y al anestesiólogo en las cirugías mediante el dominio de las técnicas y la utilización del equipamiento e insumos del centro quirúrgico. También está habilitado para efectuar el transporte y la preservación de unidades de sangre y hemoderivados dentro del centro quirúrgico, asistir la mesa de cirugía con instrumental, material y accesorios para el acto quirúrgico, realizar el control del instrumental, material y accesorios antes, durante y después del acto quirúrgico. Además, como pieza central dentro del quirófano su tarea consiste en efectuar la administración y el control de calidad del área quirúrgica, planificar, organizar, dirigir, supervisar y evaluar los recursos humanos, insumos y materiales del área quirúrgica, así como realizar tareas de investigación en el campo de la administración de la instrumentación quirúrgica.
La instrumentación quirúrgica, en cuanto práctica surge a partir de la Segunda Guerra Mundial, cuando los cirujanos de guerra fueron capaces de operar y salvar más vidas humanas de las que eran posibles hasta ese momento.
En la República Argentina en la década de 1930 el Dr. Bosch Arana reconoció la necesidad de contar con el instrumentador en el quirófano y desde ese momento la profesión no ha dejado de avanzar de la mano de hombres y mujeres junto a cambios científicos-tecnológicos.
Fuente: http://www.trenquelauquen.gov.ar/noticias/dia-del-instrumentador-quirurgico/
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