Trátese de un hobby, por terapia ocupacional o bien la producción con objetivos comerciales, con agujas, a crochet o en telares, convierten los gruesos y coloridos vellones en prendas clásicas como bufandas, mitones y pullóveres, el tejido artesanal nunca pasa de moda.
Fuente: http://actualidadesquina.com/13-de-julio-dia-de-la-tejedora/
Hoy se rinde tributo a
un oficio artesanal y milenario. En honor a todas las trabajadoras que a
pura destreza crean piezas de indumentaria únicas, se celebra en todo
el país el Día de la Tejedora.
Se rinde así homenaje a las mujeres dedicadas a la confección de prendas
de vestir, con distintas fibras textiles que se encuentran en el
mercado como acrílicos, mezclas, pura lana y fantasías.
Con el descenso de la temperatura, todo tipo de prendas tejidas se
adueñaron por estos días del look de hombres y mujeres platenses.
Bufandas, chalecos, pulóveres y sacones con una impronta artesanal
marcaron creativamente la tendencia de volver a los puntos que hacía la
abuela para confeccionar ropa abrigada, confortable, pero también
elegante.
Como se nota desde hace varias temporadas, la actividad recobró un
importante auge en el que se tejió para la familia, para uso propio,
pero también como una forma de encarar microemprendimientos en épocas de
crisis laboral.
Talleres de tejido, cursos de telar e incluso jornadas solidarias reúnen
cada invierno a mujeres de todas las edades que, lana en mano, se
reencuentran con una actividad que muchas califican como “una buena y
productiva terapia”.
Las laneras de la Ciudad son el ámbito natural al que las tejedoras
acuden para aprovisionarse de materia prima con vistas a la confección
de nuevos diseños, trátese de un hobby, por terapia ocupacional o bien
la producción con objetivos comerciales.
Con agujas, a crochet o en telares. Convirtiendo los gruesos y coloridos
vellones en prendas clásicas como bufandas, mitones y pulóveres, el
tejido artesanal nunca pasa de moda. Además de tejer con dos agujas y
crochet, las tejedoras contemporáneas se le animan a los tejidos en
horquillas, macramé y bastidores de todo tipo -tanto triangulares como
cuadrados-.
El arte del tejido tiene una historia milenaria. Los tejidos surgieron
por la necesidad humana de protegerse. Ya en el período neolítico se
comenzó a hilar el lino, para el verano y la lana, para el invierno. El
huso (objeto que sirve para hilar fibras textiles) y el telar son
inventos de ese período. En la antigua China, se fabricaban tejidos de
seda ya alrededor del año 3000 «a. C.» Los egipcios lograron también
tener finas telas de lino y de algodón.
Leer más en http://pasado.eldia.com/edis/20140713/Un-oficio-artesanal-informaciongeneral17.htm
Leer más en http://pasado.eldia.com/edis/20140713/Un-oficio-artesanal-informaciongeneral17.htm
Hoy se rinde tributo a
un oficio artesanal y milenario. En honor a todas las trabajadoras que a
pura destreza crean piezas de indumentaria únicas, se celebra en todo
el país el Día de la Tejedora.
Se rinde así homenaje a las mujeres dedicadas a la confección de prendas
de vestir, con distintas fibras textiles que se encuentran en el
mercado como acrílicos, mezclas, pura lana y fantasías.
Con el descenso de la temperatura, todo tipo de prendas tejidas se
adueñaron por estos días del look de hombres y mujeres platenses.
Bufandas, chalecos, pulóveres y sacones con una impronta artesanal
marcaron creativamente la tendencia de volver a los puntos que hacía la
abuela para confeccionar ropa abrigada, confortable, pero también
elegante.
Como se nota desde hace varias temporadas, la actividad recobró un
importante auge en el que se tejió para la familia, para uso propio,
pero también como una forma de encarar microemprendimientos en épocas de
crisis laboral.
Talleres de tejido, cursos de telar e incluso jornadas solidarias reúnen
cada invierno a mujeres de todas las edades que, lana en mano, se
reencuentran con una actividad que muchas califican como “una buena y
productiva terapia”.
Las laneras de la Ciudad son el ámbito natural al que las tejedoras
acuden para aprovisionarse de materia prima con vistas a la confección
de nuevos diseños, trátese de un hobby, por terapia ocupacional o bien
la producción con objetivos comerciales.
Con agujas, a crochet o en telares. Convirtiendo los gruesos y coloridos
vellones en prendas clásicas como bufandas, mitones y pulóveres, el
tejido artesanal nunca pasa de moda. Además de tejer con dos agujas y
crochet, las tejedoras contemporáneas se le animan a los tejidos en
horquillas, macramé y bastidores de todo tipo -tanto triangulares como
cuadrados-.
El arte del tejido tiene una historia milenaria. Los tejidos surgieron
por la necesidad humana de protegerse. Ya en el período neolítico se
comenzó a hilar el lino, para el verano y la lana, para el invierno. El
huso (objeto que sirve para hilar fibras textiles) y el telar son
inventos de ese período. En la antigua China, se fabricaban tejidos de
seda ya alrededor del año 3000 «a. C.» Los egipcios lograron también
tener finas telas de lino y de algodón.
Leer más en http://pasado.eldia.com/edis/20140713/Un-oficio-artesanal-informaciongeneral17.htm
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Hoy se rinde tributo a
un oficio artesanal y milenario. En honor a todas las trabajadoras que a
pura destreza crean piezas de indumentaria únicas, se celebra en todo
el país el Día de la Tejedora.
Se rinde así homenaje a las mujeres dedicadas a la confección de prendas
de vestir, con distintas fibras textiles que se encuentran en el
mercado como acrílicos, mezclas, pura lana y fantasías.
Con el descenso de la temperatura, todo tipo de prendas tejidas se
adueñaron por estos días del look de hombres y mujeres platenses.
Bufandas, chalecos, pulóveres y sacones con una impronta artesanal
marcaron creativamente la tendencia de volver a los puntos que hacía la
abuela para confeccionar ropa abrigada, confortable, pero también
elegante.
Como se nota desde hace varias temporadas, la actividad recobró un
importante auge en el que se tejió para la familia, para uso propio,
pero también como una forma de encarar microemprendimientos en épocas de
crisis laboral.
Talleres de tejido, cursos de telar e incluso jornadas solidarias reúnen
cada invierno a mujeres de todas las edades que, lana en mano, se
reencuentran con una actividad que muchas califican como “una buena y
productiva terapia”.
Las laneras de la Ciudad son el ámbito natural al que las tejedoras
acuden para aprovisionarse de materia prima con vistas a la confección
de nuevos diseños, trátese de un hobby, por terapia ocupacional o bien
la producción con objetivos comerciales.
Con agujas, a crochet o en telares. Convirtiendo los gruesos y coloridos
vellones en prendas clásicas como bufandas, mitones y pulóveres, el
tejido artesanal nunca pasa de moda. Además de tejer con dos agujas y
crochet, las tejedoras contemporáneas se le animan a los tejidos en
horquillas, macramé y bastidores de todo tipo -tanto triangulares como
cuadrados-.
El arte del tejido tiene una historia milenaria. Los tejidos surgieron
por la necesidad humana de protegerse. Ya en el período neolítico se
comenzó a hilar el lino, para el verano y la lana, para el invierno. El
huso (objeto que sirve para hilar fibras textiles) y el telar son
inventos de ese período. En la antigua China, se fabricaban tejidos de
seda ya alrededor del año 3000 «a. C.» Los egipcios lograron también
tener finas telas de lino y de algodón.
Leer más en http://pasado.eldia.com/edis/20140713/Un-oficio-artesanal-informaciongeneral17.htm
Leer más en http://pasado.eldia.com/edis/20140713/Un-oficio-artesanal-informaciongeneral17.htm
Hoy se rinde tributo a
un oficio artesanal y milenario. En honor a todas las trabajadoras que a
pura destreza crean piezas de indumentaria únicas, se celebra en todo
el país el Día de la Tejedora.
Se rinde así homenaje a las mujeres dedicadas a la confección de prendas
de vestir, con distintas fibras textiles que se encuentran en el
mercado como acrílicos, mezclas, pura lana y fantasías.
Con el descenso de la temperatura, todo tipo de prendas tejidas se
adueñaron por estos días del look de hombres y mujeres platenses.
Bufandas, chalecos, pulóveres y sacones con una impronta artesanal
marcaron creativamente la tendencia de volver a los puntos que hacía la
abuela para confeccionar ropa abrigada, confortable, pero también
elegante.
Como se nota desde hace varias temporadas, la actividad recobró un
importante auge en el que se tejió para la familia, para uso propio,
pero también como una forma de encarar microemprendimientos en épocas de
crisis laboral.
Talleres de tejido, cursos de telar e incluso jornadas solidarias reúnen
cada invierno a mujeres de todas las edades que, lana en mano, se
reencuentran con una actividad que muchas califican como “una buena y
productiva terapia”.
Las laneras de la Ciudad son el ámbito natural al que las tejedoras
acuden para aprovisionarse de materia prima con vistas a la confección
de nuevos diseños, trátese de un hobby, por terapia ocupacional o bien
la producción con objetivos comerciales.
Con agujas, a crochet o en telares. Convirtiendo los gruesos y coloridos
vellones en prendas clásicas como bufandas, mitones y pulóveres, el
tejido artesanal nunca pasa de moda. Además de tejer con dos agujas y
crochet, las tejedoras contemporáneas se le animan a los tejidos en
horquillas, macramé y bastidores de todo tipo -tanto triangulares como
cuadrados-.
El arte del tejido tiene una historia milenaria. Los tejidos surgieron
por la necesidad humana de protegerse. Ya en el período neolítico se
comenzó a hilar el lino, para el verano y la lana, para el invierno. El
huso (objeto que sirve para hilar fibras textiles) y el telar son
inventos de ese período. En la antigua China, se fabricaban tejidos de
seda ya alrededor del año 3000 «a. C.» Los egipcios lograron también
tener finas telas de lino y de algodón.
Leer más en http://pasado.eldia.com/edis/20140713/Un-oficio-artesanal-informaciongeneral17.htm
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